Almendrados

Almendrados



Los almendrados es una de esas pastas que si le preguntamos a la abuela te empieza a contar mil batallitas, supongo que será una pasta común en muchas regiones del mundo, pero como estamos en el pueblo hablo de lo que pasa aquí. Es una pasta muy de pueblo sobre todo de las zonas donde los almendros abundan. Su base, evidentemente, es la almendra y la gente que tiene almendros lo que suele hacer es guardarse un par de sacos en casa para ir haciendo diferentes pastas: almendrados, mantecados, fardelejos, turrón… Todo ello casero. Empezó siendo una pasta “navideña” y termino siendo de cuando “me apetece”, porque realmente es tan sencilla de hacer que en una hora has hecho un montón y sin que se enfríen ya te las estás comiendo. Ahora es más sencillo aún, en cualquier hipermercado tenemos almendra molida lo que lo hace más fácil aún. La oblea es más difícil de encontrar pero es fácilmente sustituible.


Ingredientes:
  • Almendra en polvo 400 gr. 
  • • 3 huevos frescos 
  • • Azúcar 320 gr. 
  • • Plancha de oblea o cacillos de magdalena 

Preparacion:

La preparación es muy sencilla: si tenemos las almendras en su cascara como es mi caso, debemos machacarlas para sacar el fruto, posteriormente escaldarlas un minutillo en agua hirviendo y a continuación pelarlas y meterlas al horno para que se sequen y se tuesten muy levemente.

Posteriormente batimos los huevos en un bol, añadimos el azúcar y no paramos de batir hasta que empieza a blanquearla masa.

Luego tenemos que moler las almendras. Yo lo hago con el picador de la batidora o en su defecto con el molinillo de café, no quiero que se queden como si fuera polvo, algún granito debe tener. 

La solución más cómoda para vosotros será comprar la almendra molida o en su defecto de la cruda y la tostáis un poco. No vale la tostada ni la frita porque al estar muy cocinada no se hará bien la masa. Quizás no notéis una gran diferencia pero no se liga bien, es un paso muy fácil de hacer, si no os diría que lo saltarais

Para ponerlos en el horno tenemos 3 posibilidades: 
  1.  Ponemos en la parrilla, papel de horno y encima la plancha de oblea. 
  2.  Untamos la bandeja del horno con un poco de aceite y lo colocamos encima, el aceite termina dando sabor, aunque no es exagerado. 
  3.  Ponemos la masa en unos cacillos de magdalena con lo que ya no necesitamos nada mas, lo idóneo es la oblea pero, se sustituye bien por el cacillo.